“Traigan a la víctima y enciendan el fogón,
atenla a la piedra y llamen al señor. Usen ya la daga del gran Astaroth
y cantemos todos juntos al gran Belfegor”.
Arde borreguito, arde borrego arde
Arde más de prisa que se me hace tarde
Ofrece tu carne hacia el castigador
Pues en esta noche nace mi señor
Trémulos de miedo, llenos de terror
Miren todos esta, mi ofrenda al señor
Es un holocausto para el destructor
Y una gran orgia para mi salvador
Ardan corderitos en las llamas del dolor
Lamenten su existencia y ríndanse a mi dios
Recuerden sus pecados y lloren con terror
Pues a estas alturas ya no hay salvación
Ardan corderitos, corderos de dios
Canten sus lamentos y pidan perdón
Sientan como corre por todo su interior
El arrepentimiento y la sumisión
Seis son sus deseos, seis son sus ofrendas
Seis son sus palabras y seis sus sentencias
Siéntete perdido, pues como lo ves
Su número es seiscientos sesentaiseis
Construyan el pesebre de mi salvador
Háganlo con sangre y dedicación
Traguen de su víctima el corazón
Y reclamen a las sombras su protección
En esta gran noche tiene que nacer
Pues en el eclipse ha de oscurecer
Y cuando la luna se haya consumido
Todas las estrellas serán un testigo
Arde borreguito, arde borrego arde
Arde más de prisa que se me hace tarde
Ofrece tu carne hacia el castigador
Pues en esta noche nace mi señor
Trémulos de miedo, llenos de terror
Miren todos esta, mi ofrenda al señor
Es un holocausto para el destructor
Y una gran orgia para mi salvador
Es el nacimiento del castigador
Y en esta noche es su concepción
Traigan a la virgen que habrá que violar
Antes de la noche, preparados hay que estar
Vengan todos juntos al gran bacanal
Únanse en conjunto que no hay distinción
No importan los sexos y no hay condición
Disfruten esta noche del placer carnal
Nosotros clamamos ¡Oh gran Belcebú!
¡Danos tus poderes y tu ímpetu!
Entra en nuestros cuerpos como con Legión
Bríndanos la fuerza y la condición
Gritemos al cielo ¡Oh gran Samael!
Veneno de dios, danos tus poderes
Se nuestro vigía y nuestro protector
Ángel de la muerte sé el destructor
El Zys en el viento y en la tierra el Behemot
En el mar el Leviatán y en el bosque el Wendigo
Es todas las bestias, ése es mi señor
Es todas las sombras, es el destructor
Ardan corderitos, es su perdición
Entréguense al infierno que ya no hay opción
Sientan más de cerca su condenación
Rueguen por sus almas, hagan oración
Arde borreguito, arde borrego arde
Arde más de prisa que se me hace tarde
Ofrece tu carne hacia el castigador
Pues en esta noche nace mi señor
Trémulos de miedo, llenos de terror
Miren todos esta, mi ofrenda al señor
Es un holocausto para el destructor
Y una gran orgia para mi salvador
“El príncipe de las tinieblas ya vendrá por ti, Siente miedo, ten pavor,
pues te quiere sólo a ti. Ha nacido glorioso, ya no hay salvación,
Sufre de terror porque Satán ya está aquí”.
Hace 11 años.
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