domingo, 29 de agosto de 2010

Decepción

Después de mucho haber luchado, comprendo que perdí
No se trata de haberme retirado, sino de no poder seguir…
No me rendí, mucho menos desistí, simplemente ya estoy agotado
Y por más que resistí, hoy me doy cuenta ya muy tarde, de que he sido vencido.

He perdido mucho tiempo tratando de convencerme
De algo que simplemente no puede satisfacerme
“Las personas pueden cambiar, son buenas” me repetía incesantemente
Hasta que me di cuenta de que estaba equivocado, tristemente

Humillado me levanto y me sacudo las heridas, me es difícil sostenerme
Lastimado me retiro sin decir palabra alguna, para así no arrepentirme
Afligido miro el cielo, las estrellas y la luna; se burlan de mí malignamente
Derrotado me pierdo lentamente en las tinieblas; me retiro, pero no cobardemente

Confiar, para mí, no fue más que un grave error; imperdonable
Y es que hoy me siento responsable del dolor que existe en mí
Porque yo fui quién confió, quien tubo fe… a pesar de lo que vi
Yo mismo me arrojé a los leones, no hay otro más que yo que sea culpable

Y en el seno de las sombras me resguardo, cobijado por el manto del odio
En ésta hibernación sentimental, me entrego a los brazos de la amargura
Comienzo a dormirme, reclinado sobre el hombro del rencor, que me murmura
Y la soledad, con gran ternura, me susurra una canción de cuna en el oído

Y al despertar como siempre entumecido, la historia comenzará a repetirse
Salgo de mi exilio en la penumbra, a buscar el calor del afecto o la chispa del amor
Y justo cuando creo haberlo encontrado, la luz, el calor, el bienestar… se desvanece
Y nunca aprendo a pesar de saber lo que sucede pues siempre cometo el mismo error

Creer en el amor

Yo sé que existe pues lo he sentido y confío en que volveré a encontrarlo, pero ¿Cuándo?
La espera me está matando, me consume por dentro la angustia y mi sufrir
Aún confío, aunque cada vez menos, en la gente con quién estoy condenado a vivir
Pero llegará un día en que todo se termine, en que mi fuerza por fin se haya extinguido

Mi fe es ciega e idiota pero llega a tambalearse, mi esperanza es inmortal pero está enferma
Mi corazón no es ciego ni inmortal, es tonto, frágil, maltrecho y está desfigurado
Recuerda muy bien todo lo que ha sufrido, pero sigue palpitando sin merma
Y es que no hay problema para él, pues a sentir lo siguiente ya está acostumbrado:

Una aplastante derrota, tras otra, tras otra, tras otra, tras otra…




*****

Espero les guste el poema, lo escribí con hambre y un poco de tristeza jajaja, y eso que no es de noche, porque saben que de noche la inspiración me llega mucho mejor.

domingo, 15 de agosto de 2010

Te quiero en parte a pesar de que estés torcido.

La entrada de hoy está dedicada a un viejo y gran amigo que el día de ayer (14 de agosto del 2010) me mandó un mensaje.


Lo conocí hace algunos años, compartiendo un trabajo. Él es una de esas personas que a simple vista se ven hostiles pero a la gente como yo les llama la atención. Un día, mientras almorzábamos en el trabajo, se sentó a mi lado y se presentó con la pregunta "¿Y tu qué? ¿Qué es de tu vida?" (o algo así, no recuerdo muy bien). Comenzamos a platicar un rato mientras almorzábamos y seguimos la charla mientras "trabajábamos".
Él, una persona agresiva. Yo, una persona circunspecta.

Pero había algo que teníamos en común: La oscuridad.
Hablábamos de cosas que no todos en ese lugar podrían haber entendido (o apreciado): libros apócrifos, sectas ocultas, rituales salvajes, dioses desconocidos, artes prohibidas, locura, muerte...

Al cabo de algunos días me propuso ir a su casa, lo cuál me pareció una buena idea pero al mismo tiempo me asustaba. No sabía qué clase de persona era él, pero mi curiosidad, mi siempre exagerada curiosidad, me llevó a aceptar su invitación a pesar de la desconfianza que tenía. Simplemente no podía dejar pasar una oportunidad así.

Me mostró sus CUADERNOS, de los cuales había escuchado hablar, pero no me dejó leer ninguno. Le pisé la cola a timón, su gatito, pero me pasé un rato agradable.
Al día siguiente seguimos platicando y poco a poco la desconfianza y el miedo fueron desapareciendo. El empleo terminó... Y con él, el contacto con mi nuevo amigo.

Me dejó su correo y lo agregué a mi cuenta, pero nunca se conectaba. Debo admitir que sentí cierta desilusión y al mismo tiempo alegría por haberme separado de una persona como él, que nada tenía que ver conmigo.

Las cosas cambiaron cuando un día, inesperadamente después de varios meses, se conectó.
A partir de ahí charlábamos vía msn todas las noches, eran buenos tiempos. Escribía poemas y él opinaba, él escribía lo suyo y yo daba mi opinión. Compartíamos ideas y formas de pensar, aunque no siempre estuviésemos de acuerdo.

Un día, mientras platicábamos, me dijo que si de matar a algún enemigo se trataba, preferiría hacerlo de forma rápida y eficiente. Yo, por mi parte, elegí la tortura, una muerte lenta y dolorosa. Con frecuencia le ponía encrucijadas, del tipo "qué prefieres? morir congelado en un mar de agua gélida o quemado?". Varias veces, a pesar de compartir algunos ideales conmigo, me llamó enfermo. De hecho dice que por el bien de la humanidad debe matarme antes de que mi mente se torne mas enloquecida y me haga mas "ingenioso" (no recuerdo muy bien que palabra utilizó).

Recuerdo bien una cierta etapa de nuestra amistad... Una donde el desvelo era prácticamente una tradición. Compartíamos secretos profundos y filosofábamos sobre muchas cosas. Nos enriquecíamos y nuestra amistad se hizo mas entrañable.

Después, sin mas ni menos, dejó de conectarse.

Y así otros muchos (o pocos) meses me la pasé descubriéndome a mi mismo sin él como testigo (pero si con otros como testigos). Hasta que otra vez, de repente, se volvió a conectar. Y en ese entonces lo que habíamos logrado, la situación entrañable, se había "enfriado" (pero estoy seguro de que no ha desaparecido). No platicábamos tan "profundo" como solíamos hacerlo pero disfrutábamos (o por lo menos yo lo hacía) el hecho de conversar. Me había enamorado para ese entonces y había sufrido por amor (típico...) y mis escritos no eran lo mismo. Recuerdo que me dijo que el también estaba en una "depresión literaria" pero que lo mío era grabe, pues había perdido mi talento y si regresaba sólo sería para burlarse de mi. Reí mucho cuando leí eso jejeje.

Recuerdo también la primera vez que fui a su casa después del empleo. Bebimos mucho y obviamente yo terminé borracho, durmiendo en su cama. Filosofamos esa vez como hacía mucho tiempo que no. Al día siguiente la cruda me despertó aunado a su comentario "Demonios... mientras duermes te tiras unos pedos horribles". Jajaja

Y así han pasado los años, pocas veces lo he visto en persona y él a mi, pero tengo toda la seguridad de que es mi amigo. Su naturaleza de hacer "actos de presencia cíclicos", como conectarse una semana y de pronto desaparecer tres meses, no ayuda mucho a que nuestra amistad siga creciendo. Por mi parte... pienso que la amistad se sigue fortaleciendo, algo así como "fraguar" o "añejarse".

Estoy seguro de que la próxima vez que nos reunamos lo disfrutaré.

Hace poco le presenté a un amigo mío (mi actual mejor amigo) ya que nos considero un grupo de personas fuera de lo común, dignos de estar unos con otros, lejos de los "plebeyos" como diría mi amigo de quién hablo en ésta entrada. Es algo quizás difícil de entender, pero todos, en algún aspecto u otro, compartimos alguna clase de genio.

Me dijo hace algún tiempo que mientras leía le vino a la mente un personaje que asoció conmigo (lo cual yo consideré un gran gran honor), este personaje es Gilles de Rais. Normalmente me dice cosas que yo tomo como halagos cuando la intención no es precisamente esa jajaja.

Él es una persona extraña, como yo. La única diferencia es que yo soy más cobarde (jajaja lo admito), alto, moreno y (en ciertos aspectos) enfermo que él.

Éste amigo de quien me expreso con tanto cariño y respeto tiene un nombre, pero haciéndole honor a su megalomanía me referiré a él simplemente como VAMPIRE LORD.


El mensaje que me mandó decía lo siguiente:

"Mmmm..... En mi actual estado etílico vienes a mi mente, por un lado porque se que debo asesinarte por el bien de la humanidad "¿para qué son los amigos?", no me agradezcas, y por otro por que me caes bien aunque estés jodido siempre y nunca escribas nada imponente sobre mí ya que soy inmortal, pero en fin, recuerda Eduardo, hemos pasado algunos buenos ratos, te quiero en parte a pesar de que estés torcido.".

Vaya forma de demostrar afecto jeje.

*****

Amigo mío, si estás leyendo esto, quiero que sepas que yo también te quiero. Espero que reparen pronto tu compu o lo que sea jajaja. Estoy acostumbrado a tratarte por "etapas", pero no chingues, te extraño jejeje. Cuídate mucho y recuerda: No eres inmortal.

(Y si... tenía que publicarlo jajaja, cosas así no suceden a menudo! xD )