domingo, 12 de junio de 2011

No te mueras


Me encontré ahí… en el filo de la nada
Te extrañaba…
Y al mirar hacia atrás, a través de diez mil sueños
No te encontré… te había perdido

Pareciera que, en un parpadeo, todo se quemó
Todo lo que quería, se esfumó…
Necesito un abrazo
De esos brazos fantasmas que no existen

Amor, ¿dónde estas? Me has dejado solo
Tengo miedo…
Miedo de convertirme en un álamo marchito
De convertirme en un espantapájaros sin sonrisa dibujada

Regalé mi único y frágil corazón
Tan frágil que se desmoronaba con un beso
Tan cálido que podría resucitarme ahora
Un obsequio para descartar…

Y lo encontré… Marchito, moribundo
Enfermo…
¿Cómo permití que hicieran eso?
Tan ciego estaba, tan enamorado, tan tonto…

Y ahora, cada vez más débil, me acerco al abismo
Para caer en el negro vacío, al sordo olvido
Para no ser recordado…
No quiero ser un monstruo depravado

Corazón… ¿podrías perdonarme?
Por ponerte siempre en manos equivocadas
Por dejar que te pateen hasta el cansancio
Por dejar que te mastiquen y te escupan

No te apagues por favor, mi única luz
Sin tu llama, cálida y piadosa, me perderé en la oscuridad
Como se pierden las ánimas en el cementerio
Vagabundas, insomnes, tristes, dementes…

Corazón… ¿qué te he hecho?
Por favor perdóname
Prometo ser más cuidadoso
¡No mueras por favor!