jueves, 27 de octubre de 2011

Mi castigo

Si mucha gente dice que yo no soy un monstruo, no entiendo por qué muchos otros se empeñan en hacerme sentir como tal.
Me acusan de actos horrendos que no saben siquiera si he cometido, y si los cometí, no saben siquiera que tan herido estaba para cometerlos.
Me acusan de una moral corrupta y malévola que desearía tener para verter mi Ira corrosiva sobre ellos.
A veces quisiera ser tan mala persona como me pintan... Sólo así sabrían que están equivocados y que puedo ser MUCHO PEOR.

Tengo fe en el Karma, pero a veces tarda tanto... Que mi fe se tambalea, y se convierte en deseos de tomar la espada del Karma y blandirla en mis manos en contra de ellos.(¿Karma por mi propia mano?... ¡VENGANZA!)
Siempre he creído que cada quién tiene lo que se merece.
No debería preocuparme por la ruina de los demás, pero mi naturaleza me ha hecho saber desde pequeño que hay algo de tenebroso en mi joven y humilde corazón. Quizás por que simplemente mi naturaleza es un poco oscura. 

Quizás por que nací 15 minutos antes de la media noche.
Quizás por que presiento que la parte del cosmos que se usó para forjar mi alma proviene de un lugar más allá de los espacios entre las estrellas, donde ningún astro gira y solo existe la oscuridad eterna.
Siempre amé el aroma de los cadáveres en descomposición de los animales que morían bajo el quemante sol, en los parques o avenidas. También adoro el olor del agua sanguinolenta que emana del rastro de por mi casa.
Todo lo relacionado con la muerte y el dolor me atrae bastante.
Por que así es mi naturaleza...

Soy paciente, cauteloso, constante y me agradan los muertos. Quizás por eso mi animal favorito es el Buitre.
Y no solo eso, me gusta la sangre, lo violento y lo siniestro. Me atraen las artes prohibidas de forma apasionante, quisiera aventurarme a aprenderlas.
Tengo mi propia forma de ver a Dios (si, hereje por no ir conforme a las leyes de la iglesia católica).
Tengo, también, un pensamiento bastante libertino, degenerado, pervertido... cualquiera que sea la palabra que usen, mientras no haga daño a nadie más, todo esta bien.
El hecho de que no puedas comprenderme no te da derecho de hacerme sentir mal.
Por eso soy tan preguntón, por que quiero entender tus cosas, tu mundo, tu forma de ver.

Errar es humano, perdonar es Divino, Rectificar es de sabios.
Y yo, al provenir del Cosmos (o de Dios, como quieran verlo, al fin es lo mismo) soy un ser Divino. Por lo tanto puedo perdonar, y lo he hecho... Pero es tan difícil que a veces parece imposible.
También he errado, ¡claro! ¿quién no?
Y he rectificado, o por lo menos lo he intentado.

He tratado, y trato y trataré, de muchas formas, de demostrar que no soy tan monstruoso como me pintan. Hasta entonces, vagaré, errante, entre dos mundos, ya saben...
Rechazado por unas, repudiado por otros.
¿Y todo por qué?
Por que no me comprenden...
Por que no pueden ver más allá de sus narices. Por que están conformes con la jaula en la que viven.
Por que es más fácil ver a un monstruo en lugar de una personita linda y diferente, que con algo de mala suerte, terminará convirtiéndose en un ente ruin, mezquino, cuya vileza será digna de todas las injurias que hacen sobre mí.

¿Es éste mi castigo por ser como soy?

Ser un monstruo...

Y no hay amor para los monstruos. Eso solo en Monsters Inc.