viernes, 28 de marzo de 2008

Arde Borreguito

“Traigan a la víctima y enciendan el fogón, atenla a la piedra y llamen al señor. Usen ya la daga del gran Astaroth y cantemos todos juntos al gran Belfegor”.

Arde borreguito, arde borrego arde
Arde más de prisa que se me hace tarde
Ofrece tu carne hacia el castigador
Pues en esta noche nace mi señor

Trémulos de miedo, llenos de terror
Miren todos esta, mi ofrenda al señor
Es un holocausto para el destructor
Y una gran orgia para mi salvador

Ardan corderitos en las llamas del dolor
Lamenten su existencia y ríndanse a mi dios
Recuerden sus pecados y lloren con terror
Pues a estas alturas ya no hay salvación

Ardan corderitos, corderos de dios
Canten sus lamentos y pidan perdón
Sientan como corre por todo su interior
El arrepentimiento y la sumisión

Seis son sus deseos, seis son sus ofrendas
Seis son sus palabras y seis sus sentencias
Siéntete perdido, pues como lo ves
Su número es seiscientos sesentaiseis

Construyan el pesebre de mi salvador
Háganlo con sangre y dedicación
Traguen de su víctima el corazón
Y reclamen a las sombras su protección

En esta gran noche tiene que nacer
Pues en el eclipse ha de oscurecer
Y cuando la luna se haya consumido
Todas las estrellas serán un testigo

Arde borreguito, arde borrego arde
Arde más de prisa que se me hace tarde
Ofrece tu carne hacia el castigador
Pues en esta noche nace mi señor

Trémulos de miedo, llenos de terror
Miren todos esta, mi ofrenda al señor
Es un holocausto para el destructor
Y una gran orgia para mi salvador

Es el nacimiento del castigador
Y en esta noche es su concepción
Traigan a la virgen que habrá que violar
Antes de la noche, preparados hay que estar

Vengan todos juntos al gran bacanal
Únanse en conjunto que no hay distinción
No importan los sexos y no hay condición
Disfruten esta noche del placer carnal

Nosotros clamamos ¡Oh gran Belcebú!
¡Danos tus poderes y tu ímpetu!
Entra en nuestros cuerpos como con Legión
Bríndanos la fuerza y la condición

Gritemos al cielo ¡Oh gran Samael!
Veneno de dios, danos tus poderes
Se nuestro vigía y nuestro protector
Ángel de la muerte sé el destructor

El Zys en el viento y en la tierra el Behemot
En el mar el Leviatán y en el bosque el Wendigo
Es todas las bestias, ése es mi señor
Es todas las sombras, es el destructor

Ardan corderitos, es su perdición
Entréguense al infierno que ya no hay opción
Sientan más de cerca su condenación
Rueguen por sus almas, hagan oración

Arde borreguito, arde borrego arde
Arde más de prisa que se me hace tarde
Ofrece tu carne hacia el castigador
Pues en esta noche nace mi señor

Trémulos de miedo, llenos de terror
Miren todos esta, mi ofrenda al señor
Es un holocausto para el destructor
Y una gran orgia para mi salvador

“El príncipe de las tinieblas ya vendrá por ti, Siente miedo, ten pavor, pues te quiere sólo a ti. Ha nacido glorioso, ya no hay salvación, Sufre de terror porque Satán ya está aquí”.

martes, 25 de marzo de 2008

Hubiera



Hubiera querido salir
Aquella tarde con mis amigos
Sintiendo deseos de reír
Y no ganas de sufrir

Hubiera querido robarte
Ese beso aquella noche
Pero en cambio fui cobarde
Y ahora sufro ese reproche

Hubiera estrechado su mano
Justo antes de morir
Ahora no puedo olvidar
Que mi amigo se ha marchado

Hubiera querido dormir
Esa noche a su lado
Ahora en cambio he de sufrir
La sentencia se ha dictado

Hubiera querido saber
Que fue lo qué te sucedió
En cambio tu dolor cambié
Por salir cuando anocheció

Hubiera ido ese día
A la casa de mi amigo
A vivir con alegría
Los momentos de la vida

Hubiera querido mirarlo
Esa noche, como antes
Cuando siempre platicábamos
Alegres y vacilantes

Hubiera mirado su cara
Hubiera escuchado su voz
Hubiera pedido perdón
Hubiera dado un abrazo

Hubiera querido mirar
Por última vez esos ojos
Esos ojos agrisados y cansados
Que yo jamás podre olvidar

Hubiera querido escuchar
Su último y gran consejo
Pero ahora ya han partido
Mis padres se encuentran lejos

Hubiera querido salir
A mirar esa noche las estrellas
A mirar la luna llena
A vivir la vida plena

Hubiera hecho muchas cosas
Justo antes de morir
De tan sólo haber sabido
Que todo esto sería así

Si no hubiera destruido
Las cartas que me mandaste
Estaría mirando ahora
La sonrisa que me dedicaste

Si no hubiera tomado ese día
Estarías ahora con vida
Hoy miro la casa vacía
Embriagado de agonía

Si no hubiera regresado
Miraría a mis amigos
Disfrutando los recuerdos
Y mirando las vivencias

Si no hubiera yo mirado
La sombra que había a tu lado
No hubiera sabido jamás
Que no te miraría ya más

Si no hubiera yo sabido
Que guardado en mi cajón
Había cartas de mi amigo
Y recuerdos del rincón

Si no hubiera yo leído
Que algún día fui querido
Que algún día fui estimado
Que algún día fui amado

Si no hubiera yo leído
Que mi amigo ya murió
Que mi novia ya se ha ido
Y madre, ante la muerte, sucumbió

Si no hubiera recordado
Si no hubiera yo leído
Si no hubiera yo sacado
Lo que consideré perdido

Si no hubiera leído las cartas
Las cartas viejas y olvidadas
No estaría colgado hoy
De las vigas oxidadas

Si no hubiera yo leído
Esas cartas del recuerdo
No estaría hoy podrido
Ciego, sordo y corrompido

miércoles, 19 de marzo de 2008

El Juez

Lamentos se oyen a lo lejos al son de mí caminar
Todos huyen presurosos, invadidos de terror
Con mi misión en la mente, a todos he de enseñar
El arte de la guerra, la tortura y el dolor
Sembrando el sufrimiento, la ira y la destrucción.

Soy yo, el mesías, puritano del rencor
Maestro de la tortura y soberano del dolor
Ven a mí y te mostraré la verdadera salvación
No es el bien ni la vida ni la muerte por doquier
Es una sola disciplina denominada poder

Únete a mí y se un mesías, representando al salvador
Desollando al asesino y empalando al violador
Juzgando con justicia y castigando al malhechor
Torturando al injusto y premiando al bienhechor

Con el látigo en la mano y el grito del poder
Abatiré tus penas dejando tu sangre correr
Ven a mi no tengas miedo, ningún daño te haré
Solo enderezaré tu alma y también te purificaré.

Deja correr tu sangre, muere y vuélvete inmortal
Únete a mí y a muchos otros en el destino final
Ten pavor si eres un débil como el ratero al huir
Pues si este es el caso la ocasión será fatal.

Lamentos se oyen a lo lejos al son de mí caminar
Todos huyen presurosos, invadidos de terror
Con mi misión en la mente, a todos he de enseñar
El arte de la guerra, la tortura y el dolor
Sembrando el sufrimiento, la ira y la destrucción.

Ten miedo por los otros, los injustos y el malhechor
Más si bien portado eres disfruta de la función
Correrá sangre por las calles, sangre de las escorias,
Apártense todos que la matanza va a empezar
¡Que disfruten del espectáculo los que viven sin pecar!

Únete a mí y se un mesías, representando al salvador
Desollando al asesino y empalando al violador
Juzgando con justicia y castigando al malhechor
Torturando al injusto y premiando al bienhechor